Ecuador: el etiquetado que nos asombra. Entrevista con María José Troya.

Conversamos con la Directora de la Tribuna Ecuatoriana de Consumidores y Usuarios, MARÍA JOSÉ TROYA, para conocer los pormenores del etiquetado en vigor en Ecuador y que nos está asombrando a todos.

Claro que sí, pues mientras la Coca-Cola ha anunciado en el Reino Unido que comenzará a usar el etiquetado tipo semáforo, en Ecuador esta medida ya es una realidad.

Más aún, el nuevo Reglamento de etiquetado en este país también contempla que se informe sobre los ingredientes transgénicos que contienen los alimentos, una aspiración histórica del movimiento de consumidores a través de todos los países.
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¿Cómo es que la Coca-Cola tiene ahora un etiquetado tipo semáforo, algo ambicionado por prácticamente toda la sociedad civil organizada no sólo en la región sino también en el mundo? 

Desde el 26 de agosto de 2014 entró en vigor la obligación de cumplir las nuevas normas de etiquetado de alimentos, pues había terminado el plazo que se dio a las industrias para hacerlo. Dentro de esta nueva normativa, que fue expedida mediante Reglamento por el Ministerio de Salud, consta el semáforo nutricional y la información sobre transgénicos.  

Las empresas medianas y pequeñas tienen plazo hasta noviembre para actualizar su etiquetado, mientras que para las empresas grandes este plazo ya expiró y ahora deben mostrar el etiquetado en vigor.

El Reglamento de Etiquetado de Alimentos procesados fue expedido el 15 de noviembre de 2013 y se dio un plazo de 180 días a las empresas para implementarlo. Este plazo se fue ampliando a solicitud de la industria, de modo que al cumplirse un año de su promulgación entrará completamente en vigor.

La Coca-Cola, como todas las otras industrias grandes, ya está cumpliendo con esta obligación so pena del retiro definitivo del Registro Sanitario, si no cumplen. Estar en el Registro Sanitario es requisito indispensable para la comercialización de productos alimenticios, entre otros.   

¿Cuáles son los antecedentes de esta decisión? 

Aunque parezca raro, en el año 2006 tuvo lugar en Quito un seminario promovido por la gran industria alimentaria que planteó la implementación del semáforo en el etiquetado, aunque lo que querían era reemplazar el etiquetado nutricional por el semáforo. La Tribuna Ecuatoriana de Consumidores, miembro de CI y que estuvo presente en ese seminario, se opuso a ese reemplazo y pidió incluir ambos, la información nutricional y la advertencia del semáforo.

Sólo recientemente se retomó el tema, como iniciativa del ministerio de Salud que finalmente expidió este reglamento sobre etiquetado de alimentos para dar cumplimiento a disposiciones legales y constitucionales. Este reglamento no se refiere sólo al semáforo, si bien es uno de sus aspectos; también se refiere al etiquetado de transgénicos, que la Tribuna Ecuatoriana logró que se incluyera en la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor promulgada el año 2000.

El etiquetado de organismos transgénicos en los alimentos estaba ya en la Ley del Consumidor aprobada hace varios años, pero no se había aplicado hasta ahora, ¿cuál es la razón?

Sí, efectivamente la obligación de informar en el etiquetado de alimentos sobre la presencia de transgénicos está vigente desde julio de 2000 en la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor.

El Instituto de Normalización mantuvo hasta ahora esta deuda con los consumidores, pues era su obligación desarrollar la norma específica, lo que se ha subsanado con el Reglamento expedido en noviembre de 2013. 

¿Cómo están tomando los consumidores estas nuevas medidas respecto del etiquetado? 

Muy positivamente, aunque habría que hacer una encuesta para tener datos más seguros. Por su parte, los proveedores están cumpliendo; tanto la industria como los supermercados y demás comercios dedicados a la venta de alimentos.

Como anécdota, les comento que compré la botella de Coca-Cola a la que le tomé la foto que les envié a ustedes, en un quiosco de mi barrio, y le pregunté a la vendedora si tenía una Coca-Cola con el etiquetado tipo semáforo y ella, airada, me contestó que claro, que de lo contrario le clausurarían su local.  

Y ¿qué piensa la Tribuna? ¿Creen que este es el mejor tipo de etiquetado para los consumidores? 

Creemos que es muy bueno para dar una primera información. Es práctico, visual, y ayuda a decidir la compra; habrá que medir sus efectos en el tiempo. Sin embargo, de ninguna manera puede sustituir al etiquetado nutricional, como alguna vez se sugirió desde la industria. 

Es importante educar a los consumidores/as para que lean el etiquetado, comprendan la importancia de cambiar hábitos, trabajar a nivel de escuela, entre otras medidas complementarias. 

¿Hay algo en particular que la Tribuna estará pidiendo en el futuro respecto de este etiquetado?

Pediremos reforzar esta iniciativa con mayor información y educación sobre hábitos saludables en el consumo de alimentos, a cargo de las instancias estatales de salud y educación. Nos interesa que se controle la veracidad del etiquetado, control en percha, y seguimiento al cumplimiento. Creo que la ciudadanía debe vigilar y exigir su cumplimiento. 

¿Fiscalizará la Tribuna de alguna forma la aplicación de este etiquetado? 

Nosotros hacemos muestreo aleatorios, dentro de nuestras posibilidades económicas. En la actualidad estamos ejecutando un proyecto auspiciado por el Fondo Anne Fransen que, entre otros aspectos, promoverá el uso del etiquetado estilo semáforo y la vigilancia. Este proyecto se está desarrollando en un colegio grande de Quito.