Los principales negociadores del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) no tendrán mucho de qué alegrarse cuando a
partir de hoy se encuentren en la ciudad de Salt Lake City,
Utah, Estados Unidos.
Aunque una declaración de apoyo de legisladores mexicanos y canadienses vino a respaldar las negociaciones, lo cierto es que se está lejos de llegar a un acuerdo en Propiedad Intelectual. Y nadie ha aceptado la propuesta sobre Empresas Estatales y no hay ningún acuerdo sobre Medio
Ambiente hasta ahora.
Y a Estados Unidos sus representantes no lo están apoyando…
Justo el día en que Wikileaks filtró el capítulo sobre Propiedad Intelectual del TPP, 151 demócratas de la
Cámara de Representantes señalaron que se oponen a la vía rápida para que el
Ejecutivo lo apruebe.
Esa vía (Fast Track), le daría gran libertad a la Casa Blanca para
concretar cualquier acuerdo comercial pues éstos ya no necesitarían pasar por
el Senado para su aprobación.
Sólo un día antes de hacerse pública la posición de los demócratas, 22 republicanos de la misma Cámara dijeron que la creación de esa vía
rápida equivaldría a "delegar la autoridad constitucional del Congreso
sobre el comercio".
Así, la delegación estadounidense llegará debilitada a lo que se ha llamado
‘cumbre decisiva de jefes negociadores’ del TPP (Salt Lake City, 19-24 de
noviembre).
El capítulo publicado por WikiLeaks el 13 de
noviembre enrareció más la atmósfera de las negociaciones.
Se trata de probablemente el más controvertido capítulo del
TPP debido a sus amplios efectos sobre medicamentos, servicios de Internet, acceso a la información, libertades civiles y
patentes biológicas. La filtración dio a los consumidores y público general la mejor oportunidad hasta
ahora de familiarizarse con los detalles e implicaciones del TPP.
Todavía estamos revisando el capítulo de 95 páginas, pero
llama la atención una de sus secciones más largas (“vigilancia y control”) con
serias implicaciones para los derechos de los consumidores, derechos humanos, proveedores
de servicio de Internet, y la privacidad en Internet, así como para la
innovación, la creación y áreas relacionadas con la biología y la ecología.
Además, y significativamente, el texto publicado incluye
las posiciones de negociación y los desacuerdos entre todos los 12 posibles
Estados miembro. Esto da una idea clara del rechazo actual a las propuestas
planteadas por Estados Unidos (a veces acompañado de Japón, Australia o México),
pero en general solitario.
Esta soledad fue destacada notablemente ayer en un artículo publicado
en The Washington Post.
“Es importante que se sepa esto”, nos comentó la Directora Internacional de
Public Citizen, Melinda St.
Louis. “Es una negociación mala para
Estados Unidos, porque los representantes no está apoyando ese acuerdo”.
Es entonces un momento clave para que los países que se resisten a firmar
acuerdos contra los consumidores se presenten más firmes que nunca en sus convicciones.
¿Aprovecharán nuestros negociadores la gran oportunidad de defender los
derechos de los consumidores, la soberanía de nuestros países y el futuro de Internet?
¿Habrá otro momento mejor que éste, considerando
que el TPP es la prioridad número 1 de la Cámara de Comercio de EE.UU. ?
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