27 junio, 2012

Río +20: Los gobiernos, incapaces de enfrentar la crisis ambiental

La Coordinadora Ejecutiva del Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (Idec), Lisa Gunn, reflexiona sobre lo que dejó Río+20 y lo que seguirá más allá de esta Cumbre, pese a sus decepcionantes resultados*.



En un discurso en la Plenaria, en Riocentro, varios jefes de Estado reconocieron la frustración por la falta de ambición del documento de Río +20. El texto, de hecho, refleja la falta de avances concretos en el cambio de los patrones de producción y consumo y la incapacidad de los gobiernos de responder a la altura de los desafíos de asegurar a todos el acceso a bienes y servicios necesarios.

Gran parte del documento es la reafirmación de los compromisos ya asumidos y lo poco que tiene de acción queda para después: tenemos el llamado Programas Marco de 10 años sobre Consumo y Producción Sustentables (10YPSPC) y en 2015 definiremos los Objetivos de Desarrollo Sustentable del Milenio.

Con un documento sin metas, plazos y fuentes de financiamiento de recursos para la transición, es difícil afirmar que avanzamos. La expectativa era que los gobiernos de los países definieran mecanismos (políticos, empresariales, sociales) para catalizar el cambio del sistema de producción y consumo.

Y mientras la Conferencia de las Naciones Unidas solo logra un documento débil, miles de personas salieron a las calles en Defensa de los Bienes Comunes y Contra la Mercantilización de la Vida.

Eran muchas personas las que protestaban por el cambio, con diferentes movimientos exponiendo y denunciando las causas estructurales de los problemas que enfrentamos y las falsas soluciones. En camisetas, carteles, pancartas, discursos, había propuestas de soluciones reales para erradicar la injusticia social, económica y ambiental.

La Marcha fue un momento de articulación de los diferentes pueblos y de la lucha por los derechos que son violados por la misma lógica injusta e insustentable. La frustración de Riocentro fue un poco compensada por la energía y la resistencia de la Marcha.


Más allá de Río +20

Mientras los gobiernos de los países no logren actuar de forma colaborativa para engrentar el problema que es común, la sociedad civil necesita organizarse, presionar y actuar para encontrar los medios de masificar las experiencias de producción y consumo más sustentables.

Ya conocemos los problemas, ya estamos de acuerdo (?) dónde debemos ir, pero tenemos que decidir cómo vamos a llegar donde queremos y actuar.

Los gobiernos deben implementar políticas públicas integradas y las empresas deben cambiar sus modelos de negocio. Incluso después de haber de Río +20, las propuestas de los consumidores para el consumo sustentable siguen siendo válidas y vamos a trabajar por la aplicación de medidas concretas.

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