“Los mosquitos no tienen
grupos de presión y de cabildeo. Pero la industria que contribuye al aumento de
las Enfermedades No Transmisibles si los tienen.
Cuando las políticas de
salud pública son interferidas por los intereses económicos creados, nos
enfrentamos con una gran oposición, una oposición muy bien orquestada y una
oposición muy bien financiada” (Dra.
Margaret Chan, Asamblea Mundial de la
Salud, 2013).
Por estos días se hace visible la
ofensiva sin precedentes de la industria alimentaria en nuestra región contra Reglamentos para los
Alimentos que incluyen etiquetados fáciles de leer y comprensibles para los
consumidores. Chile es un ejemplo de ello. Pero no el único.
A continuación ofrecemos un
artículo del Director de El Poder del Consumidor, ALEJANDRO CALVILLO sobre este tema.
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Coca Cola, Pepsico, Nestlé, Unilever, Danone,
Kraft, Bimbo & Co., actúan individualmente, también en asociaciones
nacionales y en un organismo regional de América Latina, en forma coordinada,
para reventar las políticas de salud pública que están diseñadas para combatir
la epidemia de obesidad y diabetes y que pueden afectar el creciente consumo de
sus productos ultraprocesados.
Lo hacen a través de sus aliados en los gobiernos,
del sometimiento de las asociaciones profesionales a través de financiamientos,
de la complicidad de investigadores e instituciones académicas a los cuales
pagan millonarias investigaciones a modo y, especialmente, a través de
multimillonarias inversiones en cabildeo en los poderes legislativos y
ejecutivos de la región.
Parece ser que el lema de la gran industria de
alimentos y bebidas en América Latina es: ¡Industria de la Chatarra de América
Latina Uníos vs la Salud!
América Latina es la región del mundo que está a la
vanguardia en el diseño de políticas públicas para contrarrestar la epidemia de
sobrepeso y obesidad. Y frente a esta situación, la gran industria de los
alimentos y bebidas ultraprocesadas se ha unido para arremeter contra estas
iniciativas, para descarrilarlas, para someterlas.
En este momento, la batalla está en Chile, Ecuador
y Perú.
En México lograron imponerse gracias a acuerdos con
COFEPRIS para que el etiquetado de sus productos y la regulación de la
publicidad que dirigen a niños y niñas fuera elaborada bajo sus criterios y no
afectara sus ventas.
La gran industria trasnacional de alimentos y
bebidas se ha agrupado en organismos empresariales nacionales y estos en la
Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas.
Esta agrupación, en coordinación con las nacionales
(como Conméxico en nuestro país) y con acciones directas de las propias
corporaciones está combatiendo las políticas públicas recomendadas para
enfrentar la epidemia de obesidad, tratando de obtener el respaldo de la
Organización Mundial de Comercio y del Codex Alimentario.
Este cabildeo similar al que ha impulsado la
industria tabacalera contra las regulaciones que le afectan, está dirigido
contra las regulaciones a la publicidad de alimentos y bebidas enfocada a la
infancia, contra el etiquetado de alimentos y bebidas que advierte del alto
contenidos de azúcares, grasas y sal, contra las medidas fiscales y contra toda
política que afecte el crecimiento de sus ganancias.
Los propios análisis de la Organización Mundial de
la Salud (OMS)/Organización Panamericana de la Salud (OPS) muestran que más del
56% de los adultos latinoamericanos sufren sobrepeso u obesidad, comparado con
un promedio global de 34%.
Al mismo tiempo, la OPS muestra que el sobrepeso y
la obesidad presentan una relación directa con el nivel de consumo de alimentos
y bebidas ultraprocesadas, los que son producidos por esta industria. A mayor consumo
de alimentos y bebidas ultraprocesadas, mayor es el índice de masa corporal
entre la población.
Parar las regulaciones
La Alianza (ALAIAB), que agrupa a 14 países y 19
gremios, se conformó en 2013 teniendo como uno de sus objetivos centrales la
necesidad de “generar una red de apoyo en materia regulatoria”, que traducido
significa: parar las regulaciones contra la obesidad que afectan sus ganancias
e intervenir para diseñarlas de tal manera que sean inocuas, que no afecten sus
ganancias.
En esta misión se ha lanzado esta Alianza contra el
etiquetado frontal y las regulaciones que se están implementando en Chile para
combatir la epidemia de sobrepeso y obesidad y lo han hecho ya contra el
etiquetado frontal que se aprobó en Ecuador. Sin duda, estos dos etiquetados
para todos los alimentos y bebidas procesadas y que debe ir en el frente del
producto, son los mejores que existen en el mundo.
En Ecuador ya se aplica y el de Chile ya fue aprobado
y está por aplicarse. Hasta ahora, estos son los únicos etiquetados diseñados
que permiten a los consumidores saber, de manera muy clara, sencilla y útil si
un producto contiene altos contenidos de azúcar, grasas y/o sodio.
En el caso de Chile, los grupos de enfoque
incluyeron, incluso, a niños que pudieron interpretar el etiquetado aprobado.
Esto contrasta con el etiquetado introducido por la propia industria y que se
ha establecido en México, un etiquetado que ni los estudiantes de nutrición pudieron
interpretar, de acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública.
La industria no quiere, de ninguna manera, que el
consumidor tenga acceso a esta información de forma sencilla, visible y útil.
AB Chile y Chile Alimentos, en representación de la gran industria de alimentos y
bebidas procesadas, fueron los primeros en iniciar la ofensiva para impugnar la
regulación chilena que limita la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a
la infancia y que establece un nuevo etiquetado.
La
impugnación fue secundada por la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la
Industria de Alimentos y Bebidas que se anuncia será seguida por la Asociación
Brasileña de Industrias de Alimentación (ABIA) y la Coordinadora de las
Industrias de Productos Alimenticios (Copal) de Argentina.
En
ambos casos la impugnación estaría asociada a los efectos de estas regulaciones
en los costos que generaría el nuevo etiquetado y el rediseño de los productos
en los centros de producción de las multinacionales.
A
la asociación regional y las nacionales se suman los acciones directas para
invalidar estas regulaciones por parte de la grandes industrias de manera
individual: Coca Cola ya lo hizo el 7 de mayo pasado y se espera que en breve
lo haga la mayor trasnacional de alimentos: Nestlé. La estrategia va desde las
impugnaciones a escala nacional como internacional. La industria advierte que
inicia acciones ante la Organización Mundial de Comercio y ante el Codex
Alimentario.
La
unión de las fuerzas de las mayores corporaciones trasnacionales de alimentos y
bebidas buscará el apoyo de la Organización Mundial de Comercio para enfrentar
estas regulaciones que responden a las recomendaciones de la propia
Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericana de la Salud.
La Alianza Latinoamericana de
Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas lanzó el 11 de marzo pasado
en Quito, Ecuador, una declaración, un documento histórico, que muestra
claramente la naturaleza de estas corporaciones.
La industria está sacando así
sus cartas, una tras otra. Nuestra lucha no será menor.
Lea el artículo completo aquí publicado originalmente por Sin Embargo en México.
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