Las telecomunicaciones en Brasil proporcionan un servicio caro y
malo escribe Maria Inês Dolci, Coordinadora Institucional de la Asociación de Consumidores PROTESTE.
Los problemas podrían superarse si la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y el Ministerio de Comunicaciones trataran mejor a los consumidores, dice Dolci.
En todo caso la dirigenta rescata como positiva la reciente aprobación del Marco Civil de Internet en Brasil.
En todo caso la dirigenta rescata como positiva la reciente aprobación del Marco Civil de Internet en Brasil.
Brasil abrió el mercado
de la telefonía en 1998. Privatizó
también la electricidad, bancos y carreteras. La propuesta era delegar a las compañías privadas la inversión
y la prestación de servicios, economizando miles de millones de reales anualmente para el Estado.
Correspondería al área pública fiscalizar
y cobrar el cumplimiento de metas a través de las agencias reguladoras.
Sobre el papel, bien. En la práctica, no.
Por un lado, la oferta de servicios creció. Brasil tiene hoy más de 270 millones
de líneas de telefonía móvil, para
200 millones de habitantes. Cerca del 40%
de los brasileños tiene algún tipo de acceso
a Internet, y el 26,6% se ha
suscrito a la televisión de pago (por cable).
Pero el país está en el
73 º lugar en la velocidad media
de conexión de
banda ancha. Fuertemente gravados, los servicios de telecomunicaciones se
encuentran entre los más caros
del mundo. Las operadoras lideran
el ranking de quejas de los organismos de protección del consumidor.
Para no quedarse sólo en el análisis de las dificultades, obtuvimos una
victoria en los últimos días: el
Marco Civil de Internet fue aprobado el 25 de marzo en la Cámara de Diputados,
después de una larga tramitación.
Hubo una intensa presión política
para la supresión de aspectos fundamentales, pero la sociedad organizada
consiguió mantener el principio de neutralidad de la red, es decir, que todos los usuarios de Internet sean tratados por igual
por las compañías, sin importar a
qué tipo de contenido accedan.
Fue una victoria considerable, aunque ahora hay que esperar la votación en el Senado y en caso de aprobación y posterior sanción presidencial, la aplicación de la ley
para su posterior evaluación.
Todo se puede mejorar en el área de telecomunicaciones también, si la
Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y el Ministerio de Comunicaciones trataran a los consumidores con más respeto
y atención.
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