Como destacó recientemente el nuevo informe de CI sobre las cadenas de suministro de los supermercados, las organizaciones de consumidores pueden desempeñar un papel vital en hacer que las empresas rindan cuentas. Sin embargo, esta tarea no es fácil cuando las compañías revelan demasiado poco acerca de sus políticas y operaciones. Angela McClellan, de Transparency International (TI), explica a continuación la importancia de la transparencia de las empresas y el derecho de los consumidores a estar informados.
Holdings, subsidiarias, afiliadas y entidades, este es el panorama de las sociedades modernas. Para el consumidor, son entidades complejas y opacas, ver lo que hay detrás de ellas nunca es fácil.
La información sobre las empresas multinacionales y sus operaciones a menudo es inaccesible o incomprensible, dejando al consumidor medio confundido y en la oscuridad, una clara violación de su derecho a ser informado.
Además, tal como los recientes escándalos bancarios han demostrado, la falta de acceso a la información también significa una falta de rendición de cuentas, lo que crea un ambiente propicio para "el abuso del poder público para beneficio propio", como lo ha dicho Transparencia Internacional (TI). En otras palabras: la corrupción.
Tanto si se trata de la manipulación del tipo de interés, como en el supuesto caso Libor de Barclays o el lavador de miles de millones de dólares, como las acusaciones en contra de las subsidiarias globales de HSBC, la corrupción puede tomar muchas formas. Pero en todos los casos, la corrupción daña la confianza de la sociedad, socava la credibilidad de las empresas y perjudica al consumidor que paga el precio por la falta de gestión de riesgo y el juego individual de los banqueros para obtener beneficios personales.
Informe de TI
TI publicó recientemente su informe Transparencia en las Empresas (Transparency in Corporate Reporting), un estudio en el que se evalúa la información país por país, la transparencia organizativa, y la divulgación de los programas de lucha contra la corrupción, entre las 105 empresas más grandes del mundo en base a la información pública disponible.
Su metodología se basa en la suposición de que las empresas que divulgan esta información tienen menos que ocultar. Mientras más transparentes de se vuelven las empresas, menos espacio habrá para negocios turbios y enriquecimiento privado.
En conjunto, las empresas encuestadas en este informe valen más de 11 billones de dólares y desempeñan un papel vital en la economía global, enarbolando una enorme influencia política. No sólo eso, sino que muchas de ellas son nombres muy conocidos que tocan las vidas de personas en todo el mundo, acareando una importante responsabilidad social.
El impacto de estas empresas y sus acciones va más allá de los inversores o accionistas y tiene un profundo efecto en las personas, los consumidores y los trabajadores. Nuestro informe arroja una luz negativa sobre las empresas financieras, que se describen como las menos transparentes. Esto es particularmente preocupante dado que el sector financiero ha recibido grandes cantidades de fondos públicos a través de los programas de rescate en los últimos años.
Para evitar la continua privatización de la victoria y la socialización de las pérdidas, los consumidores y otras partes interesadas, incluidos los inversionistas, los accionistas, los contribuyentes y los reguladores, necesitan información suficiente para poder evaluar los riesgos a que están expuestos.
País por país, la información financiera permite a los ciudadanos en los países de acogida exigir a sus gobiernos rendir cuentas sobre los contratos, exenciones fiscales, y el uso de los ingresos recibidos.
Transparencia organizacional
La transparencia organizacional es necesaria para arrojar luz sobre la red de subsidiarias y afiliadas interconectadas que pueden ser incorporadas en diversas jurisdicciones, incluyendo jurisdicciones secretas con regímenes de bajos impuestos. Y, por último, la divulgación de las políticas de lucha contra la corrupción es clave, ya que indica un compromiso corporativo con la protección contra la corrupción.
La corrupción es un riesgo para las empresas multinacionales, tanto como para los gobiernos y los consumidores. Distorsiona los mercados, socava el crecimiento económico y perpetúa la desigualdad social. Afecta a cada uno de nosotros. Las empresas pueden reconocer esto, pero ahora más que nunca deben comprometerse inequívocamente con medidas para prevenir la corrupción.
La ayuda de la sociedad civil y los consumidores individuales puede hacer una enorme diferencia. La información empresarial es puramente voluntaria y las empresas no vean la necesidad de aumentar su transparencia.
Por lo tanto, tenemos que recordarles a las empresas y a los gobiernos que nosotros, como consumidores y contribuyentes, nos preocupamos de verdad y queremos tener acceso a la información. Utilizando los datos del informe Transparencia en las Empresas, podemos demostrar a las empresas que lo que han estado haciendo hasta ahora contra la corrupción no es suficiente para asegurar que los consumidores estén protegidos.
A través de Twitter, blogs y campañas, podemos mostrar que monitorearemos los compromisos hechos por las empresas y supervisaremos sus operaciones. Podemos mostrar que las haremos responsables.
Angela McClellan es Coordinadora Principal del Programa Global de TI y el Departamento de Campañas, coordina la labor de promoción de TI en las cuestiones relacionadas con el Grupo de las 20 economías líderes.
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