Una vez más, como en todo 15 de marzo, los consumidores del
mundo celebraremos el DÍa Mundial con diversas actividades en la defensa de
nuestros derechos, escribe JUAN TRÍMBOLI, Director de CI para América Latina y el Caribe.
Esta vez exigiremos, en cada país, que las empresas
telefónicas “desbloqueen nuestros derechos” y, a nivel global, que la Unión
Internacional de Telecomunicaciones (UIT) adopte la Agenda del Consumidor para Servicios Móviles Justos, elaborada por Consumers International.
La Directora General de CI, Amanda Long, nos ha convocado
para que en la semana del 15 de Marzo hagamos el mayor ruido posible en torno
a nuestras demandas. Y para que ese ruido tenga el efecto esperado, en
primer lugar estaremos muy activos en las redes sociales y también
implementaremos otras iniciativas considerando los principales problemas y
prioridades que la telefonía móvil presente en cada país.
Poner límites
En América Latina y el Caribe poner límites claros a los
abusos de las empresas telefónicas es una demanda que surge desde la
ciudadanía. Ello se evidencia en que el mayor porcentaje de reclamos de
los consumidores está dirigido a la telefónica celular, y únicamente es superado en
algunos países por los reclamos contra bancos e instituciones financieras.
El
año pasado una encuesta de la Agencia Brasileña de Comunicaciones (ANATEL)
mostró que solo el 1% de los usuarios de celulares se declaró
satisfecho con los servicios, mientras el 52 % dijo estar insatisfecho. La
insatisfacción de los consumidores es una realidad innegable en nuestro
continente y sus protestas han logrado que en países como Brasil, Argentina y
Colombia, los reguladores hayan tenido que sancionar a las empresas por no
cumplir con niveles mínimos de calidad establecidos por las autoridades
gubernamentales.
Los reclamos principales se dirigen contra los cobros
excesivos y las facturaciones incorrectas, las fallas reiteradas y los cortes
de los servicios, la falta de transparencia en los contratos y la información
que se entrega a los consumidores, así como la existencia de grandes deficiencias en los
servicios de atención a los clientes.
Nuestra Agenda del Consumidor para Servicios Móviles Justos asume todos estos problemas y a la vez plantea propuestas
para avanzar en su solución.
Servicio esencial
Resolver los problemas existentes es una obligación urgente
de todos quienes participan de la industria de las telecomunicaciones, entre
otras razones, porque la telefonía celular ha dejado de ser un lujo para
convertirse en un servicio esencial que incide en nuestras vidas cotidianas y
en asuntos esenciales para impulsar un desarrollo con justicia social,
garantizando el respeto a los derechos humanos.
Solo a título de ejemplo
podemos mencionar la contribución de la telefonía celular para mejorar el
monitoreo de pacientes en zonas alejadas, apoyar el trabajo de maestros y
mejorar su práctica con los alumnos, erradicar la pobreza, denunciar la
violencia de género. Y esto sin olvidar iniciativas como la implementada por esta oficina regional, destinada a probar que el uso de celulares en barrios
populares de El Salvador y Perú podía ser eficaz para mejorar la regulación de
los servicios públicos de agua.
Todo lo anterior se ha dado en un contexto donde la telefonía celular
ha emergido como una de las industrias de más rápido crecimiento en el
continente. En la mayoría de nuestros países ya alcanzó más del 100% de
penetración; es decir, existen más conexiones que habitantes. Estamos en la
segunda región con mayor saturación del mundo y donde las conexiones de banda
ancha móvil han crecido por encima del 650% en los últimos tres años.
Entonces, los y las llamo a hacer el mayor ruido posible la semana del 10 al 15 de
marzo para denunciar con fuerza los abusos existentes, proponer
soluciones viables y después seguir avanzando en nuestra Agenda.
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