20 febrero, 2015

The Lancet: nuevos enfoques para enfrentar la obesidad



El progreso mundial en la lucha contra la obesidad ha sido "inaceptablemente lento".  En el año 2010, sólo uno de cada cuatro países aplicaba una política sobre alimentación saludable, de acuerdo a una nueva serie de seis partes publicada en The Lancet ayer.  

En menos de una generación, agrega,  las tasas de obesidad infantil han aumentado de forma abrumadora en todo el mundo. Los niños en Estados Unidos, por ejemplo, pesan en promedio 5 kilos más que hace 30 años, y uno de cada tres niños tiene ahora sobrepeso u obesidad.
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Aunque las tasas de obesidad infantil se han comenzado a estabilizar en algunas ciudades y países, dice el pretigioso medio inglés, “ningún país hasta la fecha ha experimentado tasas decrecientes de obesidad en su población, y en muchas economías en desarrollo las tasas están subiendo rápidamente”.

Los actuales entornos alimentarios explotan las vulnerabilidades económicas, biológicas psicológicas y sociales de la gente, por lo que es más fácil para ella comer alimentos poco saludables. Esto refuerza las preferencias y demandas de alimentos de baja calidad nutricional, re alimentando un ambiente de alimentos poco saludables. “Serán necesarias medidas regulatorias de los gobiernos y el aumento de los esfuerzos de la industria y la sociedad civil para romper estos círculos viciosos”. 

El mercado de alimentos y la población infantil 

En temas relacionados con la infancia, The Lancet dice que se requiere que las políticas de nutrición para enfrentar la obesidad infantil promuevan el crecimiento saludable y la seguridad de la nutrición en los hogares, así como proteger a los niños de incentivos para estar inactivos o para consumir en exceso alimentos de baja calidad nutricional. 

La promoción de productos energéticos y pobres en nutrientes estimulará un rápido aumento de peso en la primera infancia y exacerbará los factores de riesgo para las enfermedades crónicas en toda la población infantil, especialmente en niños/as que muestran un pobre crecimiento lineal, dicen los expertos de The Lancet.

Mientras se dedican muchos esfuerzos de salud pública a restringir la adversa comercialización de sucedáneos de leche materna, ahora se necesita ser ampliar y reforzar un esfuerzo similar para proteger a los niños/as de más edad de la promoción cada vez más sofisticada de actividades sedentarias y de alimentos y bebidas pobres en nutrientes y de alta densidad energética.

Para afrontar este reto, la gobernanza del suministro y mercados de alimentos debe mejorar y las actividades comerciales deben estar subordinadas a la protección y a la promoción de la salud de la población infantil. 

Políticas alimentarias 

La prevención de la obesidad requiere de políticas que funcionen. En uno de sus  artículos de la serie de The Lancet,  sepropone una nueva manera de entender cómo se podrían diseñar las políticas alimentarias para trabajar de manera más eficaz en la prevención de la obesidad. 

Nuestro enfoque se basa en la evidencia de una gama de disciplinas (psicología, economía y salud pública y nutrición) para desarrollar una teoría del cambio a fin de entender cómo funcionan las políticas alimentarias. Nos centramos en uno de los principales determinantes de la obesidad: la dieta”, es decir, lo que comemos día a día.

La evidencia que revisamos, dicen los investigadores, “sugiere que la interacción entre las preferencias humanas de alimentos y el medio ambiente en el que se aprenden y expresan esas preferencias,  tiene un papel central.”

Se identificaron cuatro mecanismos a través de los cuales las políticas alimentarias pueden afectar la dieta diaria: proporcionar un entorno propicio para el aprendizaje de preferencias saludables, superar las barreras a la expresión de estas preferencias, y animar a la gente a reevaluar las actuales preferencias insalubres en el punto de compra,  estimulando una respuesta del sistema alimentario. 

Acciones eficaces 

Los investigadores de The Lancet también exploraron cómo las acciones en tres ámbitos específicos (medidas a nivel  escolar, instrumentos económicos y etiquetado nutricional) trabajan a través de estos mecanismos, y trazaron las implicaciones  para el diseño de políticas más eficaces.Encontramos que las acciones eficaces de las políticas alimentarias son las que conducen a cambios positivos en los alimentos, los entornos sociales e informativos y los sistemas que los sustentan”.

En el futuro, agregan,  “las prioridades deben incluir acciones de política integrales que creen un ambiente propicio para que los bebés y los niños/as aprendan las preferencias de alimentos saludables y acciones específicas que permitan a las poblaciones desfavorecidas superar los obstáculos para  cumplimiento de las preferencias saludables”.

Las evaluaciones de políticas deben ser diseñadas cuidadosamente sobre la base de una teoría del cambio, usando indicadores de progreso a lo largo de diversas vías para alcanzar el objetivo a largo plazo de reducir las tasas de obesidad, señalan los expertos de The Lancet. 

Movilización pública

Es necesaria la movilización pública para promulgar políticas de prevención de la obesidad y para mitigar la reacción en contra de su aplicación, indica The Lancet, en unos de los capítulos de la serie.  No obstante, agrega,  los enfoques de salud pública se centran principalmente en el diálogo entre los profesionales de salud pública y los dirigentes políticos. 

Las estrategias para aumentar la demanda popular de las políticas de prevención de la obesidad incluyen el perfeccionamiento y la racionalización de la información pública, la identificación de los marcos de la obesidad eficaces para cada población, el fortalecimiento de la abogacía en los medios de comunicación, la construcción de la protesta ciudadana y el compromiso, así como el desarrollo de un entorno político receptivo con los agentes de cambio incrustados en todas las organizaciones y sectores.

Cada actor en una  amplia coalición para la prevención de la obesidad puede contribuir de manera concreta a la participación, la movilización y la integración de este público, enfatizan los expertos autores de esta serie sobre la obesidad que recomendamos leer absolutamente.




Las revistas que publica TheLancet, fundada en 1823 en Londres, son un importante recurso para los medios que cubren el área de la salud  y el mundo médico. La más conocida de sus publicaciones es la revista semanal, The Lancet, pero también publica nueve revistas especializadas mensuales en diversos campos de la salud.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Esto es un problema enorme! Disfruté de leer su artículo porque la gente tiene que ser consciente de los efectos de la obesidad de la infancia. Como un voluntario profesor preescolar sé la preocupación de esta cuestión. Estoy de acuerdo que el gobierno tiene que intervenir para ayudar a guardar a la gente sana. Los resultados de la obesidad de la infancia son drásticos.