16 octubre, 2013

Marco Civil de Internet, la inédita iniciativa brasileña



El Marco Civil es una especie de reglamento para Internet que contó con una gran participación de la sociedad civil en su elaboración pese a ser una iniciativa gubernamental, combinación no muy común.

No todo ha sido miel sobre hojuelas; en su estado actual ya tiene más de treinta enmiendas. Y va camino a la Asamblea Plenaria, luego que la presidenta Dilma Rousseff le haya dado urgencia constitucional a su tramitación.

Veridiana Alimonti, abogada y experta del Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (Idec), dice que se requiere concebir a Internet como un espacio de derechos y no sólo de negocios o de vigilancia y que para ello se requiere movilización social y un gobierno atento. A continuación, explica el proceso de esta iniciativa única en el mundo hasta ahora.

Más allá del delito 

El Marco Civil de Internet, proyecto de ley de 2011, fue producto de la reacción de la sociedad  brasileña a iniciativas legislativas que regulaban tanto a la red y a los internautas sólo desde la perspectiva de los delitos. No es nada raro que los avances tecnológicos y el potencial de Internet sean vistos con recelo, llevando esto a regulaciones que favorecen la vigilancia y la criminalización de la conducta diaria en la red. Para enfrentar esa concepción tomó forma una Carta de Principios de Internet, por sobre la tipificación penal, y fundamental para garantizar los derechos.

Inspirado en los Principios para la Gobernanza y el Uso de Internet en Brasil, aprobados por una resolución del Comité Gestor de Internet en 2009 el proyecto de ley fue puesto en consulta pública por el Ministerio de Justicia en una plataforma online innovadora y colaborativa. Fueron recibidas más de 2000 contribuciones, consolidadas en la propuesta final enviada al Congreso en 2011. Ya en la Cámara de Diputados bajo la relatoría del diputado Alessandro Molon, el proyecto pasó por otra consulta pública y una serie de audiencias también públicas.

En 2012, el Marco Civil fue pautado en más de cinco ocasiones para que fuera votado, pero en ninguna de ellas se hizo debido a la resistencia, especialmente de las empresas de telecomunicaciones y la industria de derechos de autor. La emoción no volvió de la misma forma en 2013 y durante varios meses el proyecto de ley estuvo distante de las prioridades del Legislativo y del gobierno.

Sin embargo las revelaciones de espionaje hechas por Edward Snowden alteraron la coyuntura y la presidenta Dilma Rousseff pasó a ver en el Marco Civil parte de la respuesta a esta situación, dando urgencia constitucional a su tramitación en el mes de septiembre. En este régimen, el proyecto de ley pasa a bloquear la agenda de votación de la Cámara Legislativa en que se encuentra si no es considerada en 45 días, lo qué ocurrirá en la Cámara de Diputados el 28 de octubre. Después el proyecto de ley pasará al Senado, también bajo régimen de urgencia.

Los principales riesgos y controversias que rodean el proyecto de ley son los siguientes:

Neutralidad de la Red: La última redacción divulgada para el Artículo 9 establece que las empresas responsables de la transmisión, conmutación o enrutamiento debe tratar de forma neutral cualquier paquete de datos, independientemente de su contenido, origen y destino, servicio, terminal o aplicación, siendo admitidas excepciones sólo por requisitos técnicos y servicios de emergencia a ser regulados posteriormente. Con el fin de controlar la gestión del tráfico, ese Artículo también impide que tales empresas bloqueen, controlen, analicen y supervisen el contenido de los paquetes de datos. 

Este es el blanco principal del ataque de las operadoras de telecomunicaciones, que quieren cambiar su actual modelo de negocio para ofrecer planes de acceso a Internet diferenciados no sólo por la velocidad, sino por el tipo de servicio o contenido disponible.

Al mismo tiempo, algunas de las propuestas de enmiendas a este Artículo quieren dejar claro que éste no se opone a la práctica de franquicia de datos, bastante común en Internet móvil. Si bien esto es discutible, la cuestión fundamental es que el Marco Civil no debe servir a la consagración de modelos de negocio específicos de las empresas, sobre todo cuando vienen acompañados de prácticas abusivas, lo que ocurre con la oferta de planes "ilimitados" con deducibles bajos y considerables reducciones en la velocidad de navegación después de haber alcanzado el límite de datos.

Privacidad: Esta es otra molestia para las empresas de telecomunicaciones. El Marco Civil prohíbe que ellas guarden los datos de navegación de los usuarios, estableciendo sólo guardar el registro de conexión (número IP, horario de conexión y desconexión) por un año. Esa redacción impide, por lo tanto, la comercialización por las empresas de las preferencias del consumidor en Internet a potenciales anunciantes, así como hacen los proveedores de aplicaciones de Internet (por ejemplo, Google, Facebook y otros sitios). Para éstos, el proyecto prevé algunos parámetros en el uso de la información de los usuarios que los accesen, pero permite guardar los datos. 

Si bien es cierto que Brasil tendrá que avanzar en estos parámetros, incluso después de la adopción del Marco Civil, es cierto también que el proyecto acierta al diferenciar el proveedor de conexión de los proveedores de aplicaciones de Internet. Estos tienen conocimiento de lo que el usuario hace al acceder a su sitio y están en condiciones de trazar el mapa completo de navegación de cada uno de sus clientes.

Responsabilidad de los intermediarios: En este punto el problema es la industria de los derechos de autor. La versión del Marco Civil enviada por el gobierno al Congreso contiene la regla general de que el proveedor de aplicaciones de Internet sólo podría ser responsabilizado por el contenido de terceros si no cumpliera una orden judicial determinando la supresión o el bloqueo. Sin embargo, el lobby de los derechos de autor, especialmente las Organizaciones Globo (vinculadas a la cadena de televisión más grande del país), lograron insertar en el Artículo 15 un párrafo que excluye la aplicación de esta norma en el caso de infracción de derechos de autor o conexos. 

El nuevo párrafo atenta contra el derecho de los usuarios al debido proceso legal frente a pedidos de remoción de contenido considerado por los recurrentes -y no por la Justicia- que vulneran los derechos de autor, abriendo una excepción que no debería ser objeto del Marco Civil. Esto puede poner en peligro la consecución de uno de los principios fundamentales del proyecto de ley: la libertad de expresión y los derechos constitucionales relacionados con el acceso al conocimiento y la cultura.

Almacenamiento de datos en Brasil: Teniendo en cuenta las denuncias de espionaje, el gobierno pretende incluir en el proyecto de ley la obligación de guardar y almacenar en Brasil los registros y los datos relativos a las personas ubicadas en el país. 

Si bien puede facilitar la aplicación de la legislación nacional a la protección de los datos de los brasileños y estimular la instalación de centros de datos en Brasil, la medida no sirve al combate efectivo contra el espionaje, considerando que esa información puede ser enviada al país de origen de la empresa, además de que los mecanismos de vigilancia son mucho más complejos. Por otro lado, esta medida puede conducir a una segmentación perjudicial de la red, entre otras cuestiones. Así, las soluciones deben ser construidas a través de canales diplomáticos y técnicos, siendo relevante que el propio Brasil avance en sus normas de protección a la privacidad y los datos personales frente al gobierno y a las empresas.

Desde su formulación hasta su contexto actual, el Marco Civil de Internet es ejemplar en lo que respecta a los desafíos de garantizar los principios y los derechos de los usuarios en el uso de la red. Se necesita la movilización de la sociedad y la priorización del gobierno en sus políticas públicas para que realmente se establezca una regulación democrática de Internet, que la conciba como ambiente de derechos y no sólo de negocios o de vigilancia. La disputa está en pleno apogeo en Brasil y estamos atentos para que las noticias sean buenas.

Acceda aquí al último informe divulgado del Marco Civil (versión en portugués). El proyecto de ley 2126 de 2011 fue añadido al proyecto de ley 5403 de 2001.

Conozca la campaña #MarcoCivilJá

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