Mediante
el sistema de arbitraje contemplado en el TPP, las grandes empresas podrán
demandar a los estados ante un tribunal internacional privado por introducir leyes
que dañen sus negocios.
Estas
leyes podrían referirse a largas luchas de los consumidores por avanzar en
sus derechos como, por ejemplo, conseguir nuevos etiquetados de alimentos y
bebidas, o servicios financieros justos. Se trata de un sistema que podría afectar
directamente políticas públicas en favor de los consumidores.
Estas
preocupaciones han sido confirmadas por un reciente informe del Representante
Comercial de EEUU sobre
lo que considera ‘barreras técnicas al comercio’.
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Entre los muchos aspectos que preocupan cada vez más
del Acuerdo de
Asociación Transpacífico (TPP), tratado comercial que negocian 11
países con Estados Unidos desde hace cinco años, está
la inclusión del Sistema de Arbitraje Inversor-
Estado (Investor-state dispute settlement, ISDS), en el capítulo de Inversiones de este acuerdo.
Este sistema permite
a las multinacionales y/o inversionistas denunciar a los Estados ante
tribunales internacionales cuando sienten que leyes y/o regulaciones presentes
o futuras las perjudican o pueden perjudicarlas. Se trata de un derecho que no
tienen los gobiernos ni la sociedad civil organizada.
Aunque
este sistema existe desde hace años, los casos en que inversores han demandado
a diferentes estados han venido aumentando. En cada uno de los últimos
tres años se han iniciado más de 50 demandas inversionista-Estado, según la
UNCTAD.
Los más conocidos
en la actualidad son Uruguay y Australia, demandados por Philip Morris ante un
tribunal internacional por buscar proteger a la población del tabaquismo
acordando el uso de cajetillas genéricas con leyendas alusivas a las consecuencias
del tabaco para la salud.
Philip
Morris, que inició su demanda contra Uruguay en 2010 y tiene su sede en Suiza,
argumenta que las medidas uruguayas violan el tratado bilateral de inversiones
entre ese país europeo y Uruguay. La misma tabacalera ha amenazado a Australia
con acciones legales basada en el Tratado Bilateral de Inversión entre Australia y Hong Kong, a
través de Philip Morris Asia Limited, subsidiaria con domicilio en Hong Kong.
La demanda Inversionista - Estado presentada por la multinacional Renco contra Perú bajo el régimen del TLC con Estados Unidos es otro caso emblemático, así como cuando Ecuador pagó en 2012 la suma de 2.300 millones de dólares a Occidental, una petrolera estadounidense, luego que el tribunal de arbitraje decidiera que poner fin al contrato de esta petrolera equivalía a una expropiación a pesar de que la empresa hubiera violado el contrato.
La demanda Inversionista - Estado presentada por la multinacional Renco contra Perú bajo el régimen del TLC con Estados Unidos es otro caso emblemático, así como cuando Ecuador pagó en 2012 la suma de 2.300 millones de dólares a Occidental, una petrolera estadounidense, luego que el tribunal de arbitraje decidiera que poner fin al contrato de esta petrolera equivalía a una expropiación a pesar de que la empresa hubiera violado el contrato.
El
hecho de que en el TPP esté presente este sistema de arbitraje que sitúa a multinacionales
e inversionistas en el mismo nivel que los gobiernos, no sólo es una eventual amenaza
a las arcas fiscales de los países, sino una presión gigantesca para que los gobiernos
piensen dos veces antes de proponer o decretar regulaciones de salud, etiquetado, mejoras ambientales,
de seguridad e incluso financieras que impliquen la protección del interés
público.
En
otras palabras toda la perspectiva de desarrollo y progreso de la protección
legal, social y económica de los consumidores podría estar en riesgo.
Y quien
lo deja muy claro es, paradojalmente, Michael B.G. Froman, Representante Comercial de
EEUU, a través del
reciente informe titulado 2015 National Trade Estimate Report on FOREIGN TRADE BARRIERS una serie anual que destaca “las barreras extranjeras
significativas a las exportaciones
estadounidenses”.
¿Cuáles son esas barreras ‘técnicas al comercio’?
De muestra,
algunos botones. Tanto respecto de Perú, México y Chile, el problema para
Estados Unidos, de acuerdo al informe mencionado, está principalmente en los nuevos etiquetados alimentarios acordados por ley en
esos países, más algunos Reglamentos pendientes.
Sobre Chile,
el informe dice que lo
que más preocupa a EEUU son los íconos que se
establecerían en el etiquetado advirtiendo a los consumidores sobre la cantidad de grasa, sodio y sal en los alimentos procesados. De Perú, el informe
destaca, además del nuevo etiquetado alimentario, la moratoria sobre Biotecnología Agrícola y el etiquetado
de alimentos derivados de esa
biotecnología. Y de México, las 'barreras al comercio' serían el etiquetado de alimentos procesados, así como las enmiendas al etiquetado nutricional.
¿Eventualmente, bajo el TPP, nuestros gobiernos resolverán
a favor del interés público y de los consumidores, o este interés se opacará por
la amenaza de ser llevados ante tribunales internacionales?
Pero ¿es
realmente el TPP un tratado de libre comercio? Cuando los aranceles han bajado
como producto de la globalización, y cuando muchos de los países que integran
esta negociación mantienen acuerdos comerciales entre sí ¿qué es lo que en
realidad se quiere ‘comerciar’? O más bien ¿qué hay detrás de este acuerdo?
Porque
el TPP negocia asuntos que van mucho más allá de los aranceles. Desde
empresas públicas a temas laborales, pasando por Internet, cultura, medio
ambiente, y propiedad intelectual, a inversiones y acceso a mercados, así como un
sorprendente método de ratificación del tratado para que pueda aplicarse
(supone el visto bueno de Estados Unidos, pasando por sobre la soberanía
legislativa de los países). Juzgue
usted.
6 comentarios:
Es tremendamente preocupante la falta de transparencia en su negociación, los pocos claros "beneficios" para nuestro país. En realidad Chile no debió haber comenzado con la idea, pues como creadores originales del acuerdo no nos bajamos a tiempo. La percepción general de los que estamos batallando con los temas, es de pérdida y desamparo total de nuestros derechos nacionales. Temas tan cruciales como derechos de autor, contenidos digitales, privacidad y seguridad en la red, alimentos adecuadamente rotulados con TPP significa volver a estar en etapa 1 del subdesarrollo, donde Monopolios de todas las especies terminarán haciendo su voluntad a través de estos "Tribunales" y nuestro estados no tendrán atributos ni ejecutivos ni legislativos a aplicar. Muy Grave.
Gracias por la interesante y profunda perspectiva mostrada en esta nota del blog, y por el revelador informe asociado al comercio.
Que buen artículo y pésimo pronóstico si no se hace nada.
Este tratado lo único que beneficia una vez más son a las grandes empresas y a EEUU que nos manipulan.
Cada vez nos quieren menos libres y sin derechos.
Urge seguir informando acerca del TPP (mucha gente aún no sabe qué es) y al gobierno actuar en pro del consumidor.
Saludos.
El artículo expone puntos claves, gracias por hacerlos notar.
Los dos temas: etiquetado y juicios al Estado están conectados.
1º La existencia del etiquetado implicaría que todos los alimentos suministrados en el país tendrían que cumplir con las mismas normas, ya sea que se adquieran en supermercados, restaurantes, o en locales de comida rápida, y afectaría a los suministros nacionales y a los importados; obviamente si el último punto preocupa al TPP es porque importamos chatarra.
2º El organismo encargado de velar por la veracidad del etiquetado tendría que ser estatal, entonces le conviene el proveedor extranjero que el Estado sea posible de demandar, y en un lugar que de todas las garantías al proveedor.
3º El Estado que verifica el etiquetado debe estar inhibido por una espada de Damocles, un tratado (TPP) que permita llevarlo al juicio ya mencionado.
Excelente análisis presentado por una profesional que ha sido capaz de articular inteligentemente las pocos elementos que se conocen de este tratado que hasta el momento se ha discutido en Estados Unidos detrás de puertas cerradas. Como ya sabemos, lo que se conoce ha sido por filtraciones de limitadas aspectos del tratado diseñado por los equipos legales de las Corporaciones Internacionales. La información conocida a sido suficiente como para alarmar a los pocos honestos legisladores del Congreso de Estados Unidos que expresan firmemente su rechazo. Las interrogantes planteadas por Marcela, deberían hacernos reflexionar y dialogar con quienes convivimos diariamente porque todos seremos afectados si se logra aprobar el TPP. Nuestros gobiernos, aún queriendo protegernos, estarán imposibilitados porque las corporaciones que sientan afectados sus intereses podrán enjuiciarlos en Tribunales Internacionales no independientes que ellos establecen en otros países. Verdaderamente, aterroriza pensar que corremos el riesgo que nuestros países pierdan su soberanía ante la avaricia sin límites de Corporaciones que estarán sobre los gobiernos, incluyendo al mismo país que lo promueve. No olvidar, que el TPP no representa los intereses del pueblo de Estados Unidos, sólo representa los intereses de grandes corporaciones.
Preocupante y escandaloso, por decir lo menos.
Gracias por este esclarecedor reportaje. Nadie se imagina la capacidad de organización de estas entidades privadas, que no retroceden ante nada con tal de conseguir sus ambiciosos objetivos. Habría que proponer el tema en "El Informante", por ejemplo, para hacerlo aparecer, y que la ciudadanía se entere. Es muy grave, y nos compete a todos.
Este articulo es muy claro y expone las consecuencias que està ya produciendo este acuerdo de "Libre comercio",que de libre como vemos, no tiene nada. El poder de las corporaciones de multinacionales que pasan a apoderarse de decisiones que deberìan pertenecer a los gobiernos de los Paìses es evidente, las sanciones de los tribunales privados que son inapelables ya a la firma del tratado, ademàs nos alertan temas como la soberanìa nacional, la democracia, las leyes de cada Paìs.Los pueblos de los EEUU son también una vìctima de estos Tratados. Las corporaciones en su mayorìa a capitales europeos y norteamericanos no son representativas de los gobiernos de los Paìses a los cuales hacen referencia sus dirigentes sino que representan solo sus propios mezquinos intereses privados. No al TTP!
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