27 octubre, 2014

Chile, cerca de hacer historia



Chile está cerca de hacer historia con la aprobación de un nuevo reglamento respecto al etiquetado de alimentos no saludables y la promoción de estos alimentos dirigida a la población infantil, escribe HUBERT LINDERS de CI.

En este artículo, Linders ofrece un panorama general acerca de en qué punto está el debate en Chile sobre el Reglamento de la Ley de Etiquetado, la oposición de la industria y los aportes de la sociedad civil.

________________________________


Chile podría hacer historia porque la aprobación de un nuevo Reglamento sería una señal fuerte a la industria chilena e internacional que tendría que etiquetar claramente que un alimento no es apto para su consumo frecuente, usando el ‘disco pare’. 

Tampoco podrían promover ilimitadamente sus productos a la población infantil, ni a través de la televisión, ni regalando objetos para enganchar a los más pequeños. 



Ecuador y México nos han dado ejemplos de que es posible lograr avances en la legislación pero la ley chilena y su reglamento serían más completos.

Las discusiones empezaron hace siete años y culminaron con una ley que podría haber sido única en el mundo. La industria puso todo su peso en sus argumentos en contra. Sin embargo, se aprobó. Luego de eso, comenzó una nueva ronda de debates en torno al reglamento que debe acompañar la ley, para el cual hubo además una consulta pública que acaba de cerrarse la semana pasada y donde la sociedad civil pudo expresarse.

En el próximo paso, el Ministerio de Salud recopilará los comentarios y observaciones recibidos para llegar a una propuesta final que será enviada a la contraloría. Una vez aprobada, entrará en vigor después de seis meses.

No obstante la industria no quiere esperar a la propuesta final del Ministerio de Salud. Ha organizado reuniones y mesas redondas, movilizado editoriales y think tanks, diciendo que el reglamento con su ‘disco pare’ confundiría a los consumidores o les infundiría temor, aparte de los argumentos gastados respecto a que no fueron escuchados, que sus alimentos procesados no son malos para la salud pero los malos hábitos alimenticios y el consumo desmedido y el gran sedentarismo sí lo son, que no tienen cómo lograr los cambios en la reformulación de los alimentos con demasiada sal, azúcar y grasa y que estos cambios implican pérdidas de trabajo por ventas disminuidas.

La industria logró incluso la ‘preocupación’ de empresas internacionales y, con ello, la atención del Ministerio de Economía. Si no obtienen una intervención del Ministerio de Economía, buscarán otros caminos para frenar el reglamento. Mientras tanto, la sociedad civil tiene que seguir movilizada como lo ha hecho en las últimas semanas con twiterazos y juntándose en frentes amplios para contraponerse a la industria y lograr la aprobación del reglamento.

Es fácil invalidar y refutar cada uno de los argumentos de la industria que están basados, obviamente, en el puro interés propio. Desafortunadamente, las organizaciones civiles que se preocupan por la salud de niños y adultos no tienen el presupuesto de marketing como sí lo tiene la industria. Ni tampoco tienen una llegada adecuada a los medios masivos existentes.

Lo que nos enoja, claro que sí, es que la industria menosprecia al público, aspira a contar con la desinformación, y alude a investigaciones e institutos científicos (patrocinados por las mismas empresas) que sí nos desinforman, como lo hizo la industria tabacalera durante años.

Pero ya sabemos hace mucho tiempo que fumar es malo para la salud y puede causar cáncer y otras enfermedades. Y felizmente también sabemos que consumir productos con altos contenidos de azúcar, sal, grasas y calorías, daña la salud. 

Enfermedades como diabetes tipo II o hipertensión no se vieron hace unos años en adolescentes ni menos en niños, ahora empiezan a ser comunes. Chile está en el 2º lugar, detrás de México, en la venta de comida ultra-procesada, que contiene a veces más químicos que ingredientes realmente naturales. Chile también es el segundo país en obesidad infantil en América Latina. ¿Coincidencia?

Lo que necesitamos es abrir los ojos y dejar de consumir productos con estos tres enemigos (azúcar, sal y grasa) para nuestra salud. También necesitamos darnos cuenta que no todo lo que nos quiere hacer creer la industria de alimentos es cierto. Su negocio es ganar dinero, no preocuparse de la salud de los consumidores. Esto es tarea del Ministerio de Salud y no del Ministerio de Economía.

Ojalá pronto se apruebe el reglamento chileno tal como se ha propuesto, para que sirva como ejemplo para los países de la región.

No hay comentarios: