La nueva Guía Alimentaria producida
por Brasil hace algunos meses no sólo atrae por las orientaciones y los
enfoques que otorga a los alimentos, a la compra de alimentos y al hecho de
alimentarse.
La forma en que la Guía se fue enriqueciendo con las opiniones y comentarios de la sociedad civil, especialistas y académicos, es parte también de lo inspiradora que resulta para el resto del mundo.
De todo ello escribe a continuación el Profesor CARLOS A. MONTEIRO, del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de São Paulo.
_________________________
El 5 de noviembre de 2014, la Secretaría de Salud de Brasil publicó la nueva Guía Alimentaria para la población brasileña. Este documento, con 152 páginas y profusamente ilustrado, está ahora disponible también en inglés en el sitio web del Ministerio.
La Guía fue elaborada por el Ministerio de Salud, con la asistencia técnica del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre Salud y Nutrición de la Universidad de São Paulo, y el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud.
El proceso, que se inició en 2011, ha incluido dos reuniones nacionales con participación de investigadores, profesionales de la salud, educadores y representantes de organizaciones de la sociedad civil de todas las regiones de Brasil, y también reuniones regionales en los 26 estados de Brasil y el Distrito Federal.
A principios de 2014, la Guía fue sometida a consulta pública. Esto dio lugar a 3.125 respuestas de universidades, organismos públicos, organizaciones profesionales representativas, el sector privado, profesionales sanitarios y miembros del público.
La Guía fue elaborada por el Ministerio de Salud, con la asistencia técnica del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre Salud y Nutrición de la Universidad de São Paulo, y el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud.
El proceso, que se inició en 2011, ha incluido dos reuniones nacionales con participación de investigadores, profesionales de la salud, educadores y representantes de organizaciones de la sociedad civil de todas las regiones de Brasil, y también reuniones regionales en los 26 estados de Brasil y el Distrito Federal.
A principios de 2014, la Guía fue sometida a consulta pública. Esto dio lugar a 3.125 respuestas de universidades, organismos públicos, organizaciones profesionales representativas, el sector privado, profesionales sanitarios y miembros del público.
La Guía incluye una serie de
recomendaciones cuyo objetivo es proteger y mejorar la salud y el bienestar de
las personas, familias, comunidades y la sociedad en su conjunto, ahora y en el
futuro.
Presta especial atención a la
prevención de la desnutrición, ahora disminuyendo rápidamente en todo el país,
y a la prevención de los cada vez más importantes problemas de salud pública
en Brasil, como la obesidad, la diabetes y otras enfermedades crónicas
relacionadas con la dieta.
Las recomendaciones de la Guía Alimentaria están basadas en los conocimientos generados por diferentes tipos de estudios experimentales, clínicos y de poblacionales, incluyendo los experimentos naturales implícitos en el proceso de selección de patrones alimenticios desarrollados y transmitidos a través de generaciones.
Escrito en un lenguaje que busca ser accesible a todos, la Guía Alimentaria se dirige a personas y familias directamente, así como a profesionales de la salud, educadores, trabajadores sociales y otros cuyo oficio implica la promoción de la salud.
Se espera que sea utilizada en los hogares, en los centros de salud, escuelas y cualquier lugar donde las actividades de promoción de la salud se llevan a cabo, tales como centros comunitarios y centros de referencia para la asistencia social.
Tipos de alimentos
Una característica importante de la Guía la distinción que hace entre los alimentos frescos o mínimamente procesados; productos alimenticios utilizados para sazonar y cocinar los alimentos y crear preparaciones culinarias; y también entre los alimentos procesados como panes y quesos, y alimentos ultra procesados como macarrones "instantáneos” y refrescos.
Teniendo en cuenta el impacto de los alimentos y sus productos en la calidad de la alimentación, la Guía Alimentaria ofrece cuatro recomendaciones claves para una alimentación saludable:
Teniendo en cuenta el impacto de los alimentos y sus productos en la calidad de la alimentación, la Guía Alimentaria ofrece cuatro recomendaciones claves para una alimentación saludable:
- Haga de los alimentos frescos o mínimamente procesados, en gran variedad y en su mayor parte de origen vegetal, la base de su alimentación.
- Utilice aceites, grasas, sal y azúcar en pequeñas cantidades al condimentar y cocinar los alimentos y crear preparaciones culinarias.
- Limite el uso de alimentos procesados, consumiéndolos en pequeñas cantidades como ingredientes en preparaciones culinarias o como parte de las comidas a base de alimentos frescos o mínimamente procesados.
- Evite alimentos ultra procesados.
La regla de oro que facilita hacer caso de las cuatro recomendaciones es simple como deben ser las reglas de oro: prefiera siempre los alimentos frescos o mínimamente procesados y preparaciones culinarias en lugar de alimentos ultra procesados.
Por ejemplo, opte por agua, leche y fruta en lugar de refrescos, bebidas lácteas y alfajores o bizcochos. Prefiera la comida "hecha en el momento" (caldos, sopas, ensaladas, salsas, arroz y frijoles, pastas, guisos de legumbres y verduras, harina de mandioca, tartas) en lugar de los productos listos que no requieren preparación (sopas en "paquete", fideos "instantáneos", comidas congeladas listas para calentar, sándwiches, fiambres y embutidos, mayonesa y salsas procesadas, mezclas listas para las tortas). Prefiera los postres caseros, evitando los industrializados.
Alimentos sustentables
Otra característica importante de la Guía Alimentaria es basar sus recomendaciones en patrones de alimentación efectivamente practicados por una parte importante de la población, aquella que sigue utilizando como base de sus preparaciones culinarias a los alimentos frescos o mínimamente procesados. La Guía otorga gran importancia a la forma en que se producen y se distribuyen los alimentos, privilegiando aquellos cuya producción y distribución es social y ambientalmente sustentable, tales como los alimentos orgánicos y de base agroecológica.
Especial énfasis se da también a las circunstancias que rodean el acto de comer, aconsejando regularidad y atención, ambientes apropiados y, cuando sea posible, comer en compañía. Los beneficios se explican en detalle en la Guía: mejor digestión y aprovechamiento de los alimentos, control más eficiente de cuánto se come, más oportunidades de convivencia con familiares y amigos, mayor interacción social y, en general, más placer con la alimentación.
El último capítulo de la Guía Alimentaria anticipa los obstáculos que pueden impedir la adopción de sus recomendaciones por los brasileños - oferta y precios de los alimentos frescos o mínimamente procesados, falta de habilidades culinarias y de tiempo, así como la publicidad de los alimentos ultra procesados - y aborda las acciones necesarias para superar estos obstáculos, ya sea en el entorno personal o familiar, o en el ejercicio de la ciudadanía.
En Brasil, como en muchos otros países, la transmisión de habilidades culinarias entre generaciones está perdiendo fuerza. Por lo tanto, la Guía Alimentaria dedica una parte importante de sus recomendaciones a la apreciación del acto de cocinar, la participación de hombres y mujeres, adultos y niños en las actividades domésticas relacionadas con la preparación de las comidas y la defensa de las tradiciones culinarias y el patrimonio cultural de la sociedad.
Resumen de las Recomendaciones
Las recomendaciones de la Guía se resumen en estos Diez Pasos para una Alimentación Adecuada y Saludable:
- Hacer de los alimentos frescos o mínimamente procesados la base de la alimentación;
- Usar aceites, grasas, sal y azúcar en pequeñas cantidades al condimentar y cocinar los alimentos y crear preparaciones culinarias;
- Limitar el consumo de alimentos procesados;
- Evitar comer alimentos ultra procesados;
- Comer con regularidad y atención, en ambientes adecuados y, cuando sea posible, en compañía;
- Comprar en lugares que ofrezcan variedades de alimentos frescos o mínimamente procesados;
- Desarrollar, ejercer y compartir habilidades culinarias;
- Planificar el uso del tiempo para dar a la alimentación el espacio que se merece;
- Dar preferencia, cuando se está fuera de casa, a los lugares que sirven comida hecha en el momento; y
- Ser crítico de la información, orientaciones y mensajes transmitidos por la publicidad comercial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario