08 marzo, 2015

Paraíso de los alimentos, infierno de problemas de consumo



A continuación, MARÍA INÉS DOLCI, Coordinadora Institucional de PROTESTE escribe sobre el trabajo de la asociación en seguridad alimentaria.

Brasil, señala, "tiene una industria alimentaria de gran alcance, que se destaca en productos como la carne, el pollo, azúcar, café, cereales, productos lácteos, pastas, bebidas, etc. y que da cuenta de un enorme mercado interno (200 millones de habitantes), además de generar un saldo positivo en la balanza comercial".
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En las últimas décadas, hubo grandes avances en la investigación agropecuaria en Brasil, lo que permitió ampliar la siembra de la soja y crianza de aves de corral y cerdos, por ejemplo. 

Desde el punto de vista del consumidor, la oferta y la calidad mejoran, pero la importancia económica del sector de alimentario dificulta la adopción de medidas que significarían más seguridad alimentaria. 

Hay varios ejemplos de estas dificultades. En 2010, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) publicó una resolución que regulaba la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas, suspendida judicialmente luego que los tribunales acogieran una acción interpuesta por la Asociación Brasileña de la Industria Alimentaria (ABIA). 

La resolución pedía  a los fabricantes proporcionar información que asociara la relación del consumo de algunos alimentos y bebidas con y sin alcohol con enfermedades del corazón, presión arterial alta, diabetes, obesidad y caries dental. 

A pesar de los efectos positivos que tal resolución podría tener en un país donde una de cada tres muertes es causada por enfermedades cardíacas o vasculares, la Justicia sostuvo que no le correspondería a la ANVISA legislar sobre publicidad. 

También es difícil hacer campañas exitosas para reducir el consumo de dulces y refrescos. Y casi todos los alimentos - excepto el endulzado artificialmente - contienen cantidades variables de azúcar. Es probable que de esto se derive el hecho de que Brasil es el mayor productor y exportador de azúcar del mundo. 

Por cierto, hasta la fecha un porcentaje significativo de la población desconoce las diferencias entre productos Light (con reducción de calorías o de azúcares, grasas y sodio) y Diet (para usar en dietas restrictivas de algunos nutrientes, término también empleado en los que no contienen azúcar). Para contribuir a la educación del consumidor, PROTESTE produjo, en colaboración con otras instituciones, el folleto “Diet Light – Entenda a diferença”. 

Del mismo modo, la lucha por un mayor control del uso de la sal en los alimentos, es antigua. Los acuerdos más recientes entre fabricantes de alimentos y autoridades no avanzaron en el nivel deseable de disminución de sodio en estos productos. En sentido estricto, los límites establecidos eran los que ya estaban en vigor, de hecho. 

Todavía hay problemas también en la definición de los productos integrales. Por esta razón, el año pasado, el Tribunal de Justicia de Río determinó que los fabricantes comiencen a informar en sus envases, en un período de 180 días, el contenido de harina integral. 

Además, un test realizado por PROTESTE en 2012, fue utilizado en la elaboración de un proyecto de ley en el Congreso, estableciendo que los productos integrales serán aquellos con más del 51% de granos enteros. 

En 2009, nos enfrentamos a otro problema: la detección de benceno, un carcinógeno, en la soda de cítricos. El Ministerio Público de Minas Gerais, uno de los principales estados de Brasil , firmó en 2011, el Acuerdo de Ajuste de Conducta con los principales fabricantes que se han comprometieron a reducir la cantidad de benceno en un máximo de cinco años, por lo tanto hasta el próximo año. 

Es un ejemplo de una de las cuestiones más importantes para los consumidores brasileños, ante lo que estamos atentos, vigilantes y activos: equiparar la legislación del país a las mejores del mundo en restringir las sustancias nocivas. 

Uno de los movimientos más estructurados actualmente es el que apoya a portadores de diversas alergias, y a quienes no pueden consumir alimentos con gluten. Esto llevó, en 2014, a desarrollar un Manual sobre Alergias Alimentarias, por PROTESTE y el personal de la campaña de “Põe no Rótulo”  (que lucha por el correcto etiquetado de alérgenos alimentarios). 

La seguridad alimentaria, como se desprende de estos ejemplos, es uno de los ejes de nuestro trabajo, justamente por el impacto que puede tener sobre la salud del consumidor. Abordamos este tema en varios folletos: Alimentos, de Verano, Accidentes de Consumo, de la Tercera edad, los Niños y delos Estudiantes. 

Más recientemente enfrentamos otra polémica: solicitamos cambiar la publicidad de un refresco que, según el fabricante, contiene guaraná y acaí, dos frutas típicas de la región amazónica. En la etiqueta nutricional no aparecían las frutas porque sólo contenían aromatizantes de ellas. 

También invertimos en contra de los productos que se venden como "saludables", pero de hecho, pueden ser poco saludables por los aditivos que contienen. 

En resumen, hay todavía un largo camino por recorrer en la defensa de la seguridad alimentaria de los brasileños.

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